Session 19
From El Estudio de Juan en 21 Dias
Queramos o no, tenemos que admitir que en algún momento hemos tenido miedo a la oscuridad. ¿Pero qué hace a la oscuridad tan aterradora?
De alguna manera, confunde nuestras mentes. Cuando no podemos ver nada a nuestro alrededor, nos sentimos aislados, solos. Caminar nos resulta difícil porque no percibimos un camino a seguir. A pesar de esto, en la mayoría de ocasiones, realmente estamos a salvo y seguros en ella, pero nuestra imaginación vuela precipitadamente hacia posibles peligros que nos podrían rodear.
Hasta cierto punto, todos vivimos en la oscuridad. Somos incapaces de ver y creer en Dios, vivimos con un constante sentimiento de soledad; inseguros de a dónde ir, todos hemos hecho cosas que no nos gusta aceptar. Aún siendo desagradable, normalmente preferimos seguir en la oscuridad que salir a la luz; pensamos que ella nos ayuda a esconder los errores que no queremos que nadie vea. Creemos que si las personas que nos rodean supieran la verdad sobre nosotros, nos juzgarían. Pero Jesús nos enseña que es más seguro para nosotros confesar nuestros pecados, salir a la luz y nos dice que no ha venido para condenarnos por nuestros pecados, sino para salvarnos de ellos.
Gracias a que Jesús tomó nuestro castigo, hemos recibido el perdón y completa misericordia, solo nos pide que seamos capaces de confesar nuestros pecados. En verdad, Dios puede usar esos errores para el bien, si estamos dispuestos a aceptarlos. Cuando observamos a Dios haciendo maravillas a través de gente imperfecta, como nosotros mismos, podemos percibir su grandeza.
- ¿Qué aprendiste de Jesús en este capítulo?
- ¿Hay algo de tu pasado que has mantenido oculto y necesitas confesar? ¿Has confiado en Jesús para que perdone tus pecados, o te sigues condenando a ti mismo?
- Cuando la gente te confía sus pecados, ¿Cómo les respondes? ¿Eres capaz de perdonar como Jesús nos enseña o tiendes a juzgarlos?